Último día.

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En este último día teníamos claro que queríamos dedicar una mañana tranquila a pasear por el barrio de Montmartre, el más encantador y peculiar de la ciudad, ya que está lleno de pintores y artistas que adornan las empinadas calles con sus obras. Después de visitar varias tiendas y comprar alguna obra de arte de recuerdo, decidimos hacer una parada en el café Les Deux Molins, famoso por aparecer en la película Amelie, que aunque fue más caro de lo que esperábamos valió la pena estar allí. Visitamos la espectacular basílica del Sacre Cour desde la cual hay unas vistas increíbles de la ciudad. Después de visitar el Moulin Rouge nos despedimos de París dejándonos con un muy buen sabor de boca.

Cuarto día.

El Louvre era una de las paradas obligatorias en nuestro viaje porque siempre hemos visto sus obras de arte en la televisión y nos han llamado mucho la atención así que decidimos dedicar el cuarto día entero en él.
En la entrada nos dejaron unos cascos para escuchar las explicaciones de las diferentes obras de arte que podíamos encontrar ahí. Tenías que seleccionar el idioma en el que querías reproducir lo que decían. Como lo que más ilusión nos hacía era ver la Monalisa de Leonardo Da Vinci, fuimos directamente allí. Siempre ha sido lo más destacado de este museo por lo que ignoramos obras que para mi gusto estaban mucho más elaboradas. La obra de Da Vinci me decepcionó un poco porque ni siquiera pudimos acercarnos a hacerle una foto y había tanta gente a su alrededor que no pudimos apreciarla del todo. Por lo demás, salimos encantados.

Tercer día.

Para cambiar de ambiente, el tercer día miramos entradas para ir a DisneyLand. Al llegar vimos a Mickey y corriendo fuimos a buscarlo para poder hacernos una foto con él y que nos firmara en una libreta que compramos al llegar en la tienda de regalos. Al igual que Mickey Mouse vimos a muchos personajes más como Peter Pan, la Cenicienta, Pinocho, Jack Sparrow... Después fuimos a montarnos en diferentes atracciones: las montañas rusas del oeste y de Indiana Jones  y los piratas del Caribe. Comimos y seguimos en la atracción de la nave espacial y más tarde la del vuelo de Peter Pan, que fue sin duda la que más nos gustó a todos. Agotados, fuimos a comprar souvenirs para todos los familiares que no habían podido acompañarnos en este fantástico viaje. Acabamos el día en una terraza tomando un refresco mientras disfrutábamos del festival de High School Musical. 

Segundo día.

Como estábamos de vacaciones pensamos en tomárnoslo con calma, no madrugamos mucho y decidimos ir paseando desde el hotel hasta la catedral de Notre-Dame. Es una de las catedrales de estilo gótico más famosas y peculiares ya que sus gárgolas adornan toda su fachada. Al ser martes no tuvimos que hacer tanta cola para entrar y lo que más me impresionó de su interior fue el órgano principal de la catedral.  Volvimos para comer en el hotel ya que nos habían recomendado el menú de ese mismo día y descansamos un rato en nuestras habitaciones. Cuando nos despertamos nos arreglamos para ir a ver el centro de arte contemporáneo de Pompidou. Es un museo de seis plantas de las cuales las que más me gustaron fueron la cuarta y la quinta que acogen las exposiciones permanentes del Museo Nacional de Arte Moderno.

Primer día.

Tras un cansado viaje en coche nos instalamos en el hotel en el íbamos a alojarnos estos días. Como llegamos pronto decidimos visitar primero lo que más ilusión nos hacía. Por la mañana estuvimos en el arco de triunfo, un monumento que conmemora una victoria militar y probablemente éste es uno de los monumentos más famosos del mundo. Al acabar la visita fuimos a comer cerca de los campos Eliseos pero no es muy recomendable ya que los restaurantes de esa zona son muy caros. Estuvimos pasando una agradable tarde por París y alrededor de las siete de la tarde nos acercamos a visitar la torre Eiffel para lo estuvimos media hora en la cola pero mereció la pena ver la ciudad desde lo más alto. Para finalizar el día cenamos en un barco que pasaba por el río Sena.

En este blog os voy a contar sobre mi viaje de cinco días a París. París es una de las capitales de Europa más bonitas y más recomendables por lo que decidimos pasar allí una agradable semana.